A mediados del mes de Diciembre de 2002 en el transcurso del almuerzo de fin de temporada del club de Triatlón Trican, surgió la idea de realizar el día 31 una carrera, al estilo de la famosa San Silvestre. El lugar de celebración sería en uno los lugares más habituales de entreno de la ciudad, El Parque Romano, dónde cada día se ven pasar a cientos de personas amantes del deporte. La iniciativa de convertir la carrera en un acto benéfico era la guinda al pastel.